El Museo Lázaro Galdiano abrió sus puertas al público el 27 de enero de 1951 tras haber sido inventariados sus fondos por Emilio Camps Cazorla (1903-1952) cumpliendo el deseo de José Lázaro Galdiano de que su Colección sirviera para la formación y el disfrute de las generaciones futuras.
La inauguración del Museo supuso para el público y los profesionales relacionados con la cultura una grata sorpresa tanto por la riqueza y variedad de las colecciones, como por la novedosa museografía empleada para su exposición. En efecto, la fructífera colaboración de dos destacados profesionales, como fueron José Camón Aznar (1898-1979) –primer director de la Fundación y del Museo– y Fernando Chueca Goitia (1911-2004) –arquitecto encargado de la reforma del palacio de Parque Florido– tuvo como consecuencia la creación de un espacio modélico para la época. Pese a ocupar las cuatro plantas de la antigua vivienda, no fue un proyecto que pretendiese recrear la casa como tal, sino exponer las diferentes colecciones siguiendo criterios museográficos, historiográficos y estéticos. Así, excepto la planta noble y dos estancias del segundo piso y una del tercero –que conservaron intacta su disposición y decoración originales–, el resto de los espacios fueron radicalmente modificados con el fin de lograr una puesta en escena que mostrara de forma ordenada y segura las numerosas obras de arte seleccionadas y, a la vez, lograra evocar el ambiente de la residencia del coleccionista.
Durante esta primera etapa (1951-2001), el Museo expuso en su planta baja arqueología y artes decorativas (platería, esmaltes, joyería, bronces, marfiles…), así como una selección de obras de la escuela italiana. La planta noble estaba dedicada a la pintura española y europea de los siglos XV al XIX, junto a una sala destinada a la Armería, en la antigua entrada principal de la casa. La segunda planta exhibía obras representativas de las diferentes escuelas pictóricas europeas, desde el siglo XV al XIX, recorrido que concluía con una sala en la que destacaban las obras de Goya, además de una vitrina de relojes. La última planta mostraba una selección de las colecciones de medallas, monedas, armas, textiles…, planta clausurada unos años antes del cierre temporal del Museo en 2001.
Medio siglo después de su apertura, tanto el edificio como la instalación museográfica, sin reforma alguna durante este largo período, mostraban ya evidentes signos de envejecimiento. Esta situación llevó a la dirección de la Fundación –a cargo entonces de Araceli Pereda Alonso– a elaborar un ambicioso plan de renovación de sus instalaciones que se inició con la rehabilitación del edificio de la España Moderna –donde se ubican la Biblioteca, oficinas y el auditorio–, y culminó con la renovación integral del Museo, obra compleja desarrollada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, entre enero de 2001 y el 13 de febrero de 2004, fecha en que volvió a abrirse al público.
La reforma del Museo, dirigida en su parte arquitectónica por Fernando Borrego y en la museográfica por Jesús Moreno y Asociados, supuso, además de la renovación completa de las instalaciones técnicas del edificio, un profundo cambio en cuanto a contenidos y distribución de los mismos, según el proyecto museológico de la entonces directora, Letizia Arbeteta Mira. A este respecto, cabe destacar, entre otras novedades, la justa y necesaria incorporación de información sobre el coleccionista, ausente en la anterior instalación. En la selección de obras se primó la calidad sobre la cantidad, siguiendo las pautas marcadas por los nuevos catálogos de las colecciones, encargados a destacados especialistas. Además, en la instalación se tuvieron muy en cuenta las cuestiones técnicas necesarias para la correcta conservación de las colecciones –control de temperatura, humedad, iluminación…–, y para la seguridad de las mismas (vitrinas, cámaras de vigilancia o alarmas). Destacar, por último, que los diferentes espacios del Museo fueron adaptados para garantizar la accesibilidad a todo tipo de visitantes.
El Museo muestra un total de cuatro mil ochocientas veinte piezas distribuidas en las cuatro plantas del edificio siguiendo un esquema sencillo, complementado con textos de planta y de sala, que permite conocer y disfrutar de la calidad y variedad de la Colección.
La planta baja, antigua zona de servicio de la casa, presenta al visitante la figura de José Lázaro en sus diversas facetas: coleccionista de arte, admirador de Goya, editor y destacado bibliófilo, así como las claves que definen su colección: su apuesta por el arte español, el arte europeo traído a España y su pasión por la belleza. La planta se completa con la deslumbrante Cámara del Tesoro, una de las mejores colecciones europeas de platería civil y joyas con piezas que abarcan desde el siglo III a. C. hasta finales del XIX. Esta planta presenta las claves interpretativas de la colección mediante una selección de obras de autores como Teniers, Mateo Cerezo, Lucas, Juan Hispalense, Sittow, Mengs, El Greco, Zurbarán, Cabezalero, Sánchez Coello, Reynolds, Walskappelle o Bosschaert, junto a piezas singulares como el Jarro tartésico, la Taza Aldobrandini o el Estoque de Tendilla.
La planta primera, la zona noble del palacio, conserva íntegra la decoración y distribución original con los techos pintados por Eugenio Lucas Villamil, zócalos de mármol, madera o estuco y magníficos suelos de marquetería. Sus nueve salas muestran, en orden cronológico, una nutrida representación del arte español, desde el siglo XV al XIX: pintura, escultura, mobiliario y artes decorativas. Entre las piezas expuestas destacan, por su número y calidad, la colección de tablas (obras de Blasco de Grañén, García del Barco, Maestro del Parral o Maestro de Astorga), el conjunto de orfebrería (mayoritariamente religiosa y de escuela castellana, aragonesa y valenciana), la pintura de los siglos XVI (El Greco o Sofonisba Anguissola), XVII (Velázquez, Zurbarán, Ribera, Pereda, Murillo, Carreño, Claudio Coello, Antolínez o Rizi), del XVIII (Meléndez, Bayeu, Inza o Paret) y de la de la primera mitad del XIX (Agustín Esteve, Zacarías González Velázquez, Vicente López, Federico Madrazo, Antonio Esquivel, Leonardo Alenza, o Eugenio Lucas), así como la magnífica colección de lienzos de Francisco de Goya (obras clave como El Aquelarre, Las Brujas o La Era, entre otras).
La segunda planta, antigua zona privada de la casa muy transformada en la reforma de mediados del siglo XX, ofrece una cuidada selección de obras de las escuelas europeas más importantes como la italiana, flamenca, alemana, holandesa, francesa e inglesa. Pese al predominio de la pintura sobre otras colecciones (con obras de Boltraffio, Samacchini, Clovio, Cavallino, Van Dornicke, Benson, Isenbrandt, Van Orley, Van Cleve, El Bosco, Quellinus, Teniers, Cranach, Maes, Roepel, Lely, Constable, Rommey o Stuart), hemos de destacar el interés y el valor de las colecciones de bronces, esmaltes, relojes, mobiliario, cerámica o platería civil. Asimismo, esta planta incluye un espacio dedicado a mostrar en exclusiva el exquisito conjunto de iluminaciones, pequeños retratos y miniaturas, único en su género expuesto en nuestro país y una de las mejores colecciones de Europa en cuanto a miniaturas.
Tercera Planta: el denominado “Gabinete del coleccionista” exhibe de forma novedosa, en vitrinas y cajones –que el público puede abrir– colecciones no representadas en el resto del Museo: armas, textiles, monedas, hierros, medallas o jaeces. Esta planta se completa con piezas de otras colecciones de las que sí se han podido ver ejemplares en las plantas anteriores: marfiles, cerámica, platería, esmaltes, vidrio, escultura, bronces y sigilografía. Aunque todas las colecciones aquí reunidas presentan obras de gran valor, hemos de destacar por su riqueza, rareza y singularidad los textiles, armas y monedas.
Además de prestar de forma habitual obras para muestras nacionales e internacionales, el Museo ha desarrollado proyectos expositivos formados exclusivamente con fondos de su Colección (1959-2012):
Por último, destacar que desde hace dos años la Fundación es un centro de referencia del coleccionismo –como ha quedado definido en la marca de su plan estratégico: “Colección Lázaro: un Museo para el coleccionismo”– que se ha plasmado, hasta el momento, en los siguientes proyectos:
Venta de entradas online, dirección, horario, plano, transportes, accesibilidad... toda la información para tu visita al Museo. + info.
Visitas guiadas, visitas para empresas, información práctica para la visita, exposiciones y actividades. + info.
Toda la información sobre exposiciones, visitas guiadas, talleres, campamentos, conciertos, conferencias. + info.
Descubre las actividades educativas que propone el Museo. Aprovecha los materiales didácticos que pone a tu disposición online... + info.
Conoce, opina y valora los contenidos de los blogs oficiales del Museo y de la Biblioteca. Suscríbete por correo gratis. + info.
Toda la información que necesitas para saber que está pasando en la Fundación Lázaro Galdiano.
+ info.
Organización, marco legal e información económica y presupuestaria.
+ info.
Espacio que recoge las iniciativas de la Fundación relacionadas con el Coleccionismo: jornadas, exposiciones, publicaciones... + info.